Rocío y Diego disfrutaron de su boda como tenía que ser, como el mejor día de sus vidas. Y así prepararon la fiesta para todos sus amigos y familiares, con esa forma de ser tan espontánea y natural que les caracteriza, montados en un tuk-tuk, preparados para ir a la finca y empezar la fiesta! Guardo un gran recuerdo de esta boda, por la frescura y la minuciosidad con la que pensaron en todos detalles y en todos los invitados y por estos novios tan locos y divertidos ¿cuántos novios se subirían a una cama elástica nada más empezar el cóctel? Ellos son Rocío y Diego. ¡Enhorabuena chicos, por vuestra boda y por ser como sois!