Esta vez nos vamos hasta Olivenza, un pueblecito de Badajoz muy cercano a Portugal. De todas las bodas en las que he estado en 2014, quizá esta es una de las que más cariño le tengo, porque pude trabajar en un ambiente súper cómodo, la gente era muy cercana y el cariño que desprendían los novios se reflejaba en todos y cada uno de los invitados.
Mención también a los fotógrafos de Casadísimos que fueron los encargados de retratar en fotografía la boda de María y Kike y con los que fue un placer trabajar.
¡Qué seáis muy felices María y Kike! ¡Os lo merecéis!